TRAGEDIA EN TEXAS: RESULTADO DE UN PLANETA NO RESPETADO
- Lo que ha ocurrido en los últimos tiempos con Otis, con John o con Barry, o las lluvias atípicas que lastimaron a Reynosa son producto de una falta absoluta de respeto de los gobiernos y las sociedades al planeta. El cambio climático es una realidad que nos está costando en términos económicos y de vida y la reversión de estas condiciones se ve complicada, yo diría imposible. Lo que si es posible es mitigar, aunque en el horizonte no se ve la voluntad política de los países poderosos para empezar a emprender acciones en esa dirección.
(8-Julio-2025).- Reitero a usted la frase de que “la naturaleza no tiene palabra de honor”. ¿Y por qué se lo comento? Porque así es. Y le doy un ejemplo: Barry, siendo sólo tormenta tropical, dejó severos daños en la zona sur de Tamaulipas, que no se esperaban. ¿Se imagina lo que hubiera pasado si el fenómeno hubiera alcanzado una categoría como huracán 3 o 4? Y ya no pensemos en que hubiera sucedido si Barry hubiera llegado a alcanzar la categoría 5.
Y es que aunque haya quienes no lo quieran ver, lo cierto es que estamos viviendo el resultado del cambio climático, condición que ha vivido nuestro planeta desde hace muchos años y en donde se esperan acciones, pero hasta hoy no se ven.
En Texas, en Kerrville, en los Estados Unidoa, ocurrió una tragedia que ha dejado un número indeterminado de víctimas ante la creciente del Río Guadalupe por una convergencia de múltiples factores meteorológicos, geográficos y humanos, incluyendo Una compleja tormenta mesoscalar que se estancó sobre la región, entre la noche del 3 y la madrugada del 4 de julio, descargando entre 130 y 380 milímetros de lluvia en muy pocas horas.
Versiones aseguran que el río creció entre 7 y 10 metros de altura y al día de hoy las “víctimas oficiales” alcanza la cifra de 104 fallecidos, aunque hay quienes aseguran que esta tragedia ha cobrado más de ese número de víctimas mortales.
Tan sólo en el condado Kerr, las autoridades informaron este martes de 84 muertes, 56 adultos y 28 niños, mientras que el pasado sábado, autoridades locales aseguraron que se habían contabilizado hasta ese momento 27 víctimas mortales, aunque añadieron que “aún no se han localizado a las más de 20 niñas que estaban alojadas en un campamento de verano y que se desconoce el número total de desaparecidos”. Así lo aseguró Larry Leitha Jr., sheriff del condado de Kerr, área ubicada al este de la ciudad de San Antonio, Texas, localidad que fue la más afectada por la fuerte crecida del río Guadalupe. Una verdadera tragedia.
Hasta ese momento se habían recuperado 27 cuerpos de las víctimas mortales, 18 de ellos adultos y nueve menores. Y de ellos había seis adultos sin identificar, al igual que uno de los niños. Asimismo, se habían evacuado más de 850 personas que resultaron ilesas y a ocho que sí sufrieron heridas. Y se logró rescatar a más de 160 personas por vía aérea.
De ese universo de personas, se cuentan 27 personas desaparecidas, quienes estaban alojadas en el campamento cristiano para niñas Mystic, situado a orillas del Guadalupe cerca de la localidad de Hunt, en el condado de Kerr.
Asimismo, al día de hoy se habla de un gran número de desaparecidos, no confirmados, debido al gran número de personas de fuera de la región que estaban visitando y acampando en la zona, con motivo de las festividades de la Independencia de los Estados Unidos, y aún se debe rescatar a mucha gente que estaba alojada en campamentos y que siguen aislados debido a los destrozos en las carreteras y vías de comunicación.
Hay que recordar que las inundaciones comenzaron durante la madrugada del 4 de julio, tras el desbordamiento del río Guadalupe luego de las intensa precipitaciones que arrasaron con la zona, en donde se encontraba un campamento cristiano de verano para niñas.
Por lo pronto las oficinas del sheriff, la policía, los bomberos de Kerr y otros equipos de emergencia, incluyendo a bomberos y rescatistas mexicanos, continúan trabajando en la búsqueda y rescate a lo largo del Río Guadalupe.
Asimismo, se sabe que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, han desplegado más de mil efectivos en el centro-sur de Texas para adelantar los operativos de búsqueda y rescate de los afectados por este fenómeno. Y el propio presidente Trump anunció en su plataforma Truth Social, que Kristy Noem viajará a la zona afectada y que su Administración “está trabajando con representantes locales y del estado sobre el terreno en Texas para responder ante las trágicas inundaciones”.
Gavin Newsom, el gobernador de California, informó este lunes que envió miembros del Equipo de Búsqueda y Rescate Urbano a Texas, para apoyar las labores de respuesta en el área de las inundaciones. El apoyo se realiza en coordinación con FEMA y la Oficina de Servicios de Emergencia del Gobernador de California.
Y por parte de México, elementos del Cuerpo de Bomberos de Ciudad Acuña, en Coahuila, se sumaron al rescate de las víctimas de esta tragedia que tendrá un alto costo en términos de vidas.
El Servicio Meteorológico Nacional estadounidense explicó que, en un periodo de apenas 12 horas, el viernes se acumularon más de 30 centímetros de precipitaciones, lo que elevó el caudal del Guadalupe, cerca de Hunt, a su segundo nivel más alto registrado, con 9,9 metros de altura.
Y no debemos cerrar los ojos. Los fenómenos hidrometeorológicos que hoy vivimos en el mundo están impulsados por el cambio climático, que es una alteración significativa y duradera del clima global o regional, causada por factores naturales y, principalmente en las últimas décadas, por actividades humanas.
Pero, ¿qué causa el cambio climático? La emisión de gases de efecto invernadero, el dióxido de carbono, el metano y los óxidos de nitrógeno, que provienen de la quema de combustibles fósiles, la deforestación y la agricultura intensiva. Estos gases atrapan el calor en la atmósfera, y generan el aumento de la temperatura del planeta.
Y no debemos perder de vista que, a lo largo de la historia del planeta, el clima y la temperatura siempre han cambiado, pero ahora estos cambios están ocurriendo de manera más rápida y más extrema, con consecuencias más graves para la vida humana y la naturaleza.
Como consecuencias del cambio climático, está aumentando el nivel de los mares, la temporadas de estiajes e incendios forestales es más frecuente y más intensa y las tormentas y los huracanes son más devastadores. También, se está acelerando el derretimiento de glaciares y polos, y estamos en ruta de la pérdida de la biodiversidad lo que ha incrementado crisis alimentarias y migraciones forzadas.
Lamentablemente, en este momento ya no se puede hacer mucho para revertir el cambio climático, pero si se puede hacer mucho para mitigarlo. Pero, ¿cómo lograr esta mitigación? Son varias acciones en las que los gobiernos del mundo pueden y deben intervenir: reducir el uso de combustibles fósiles, usar energías limpias, como la solar o la eólica, y más allá invertir en la investigación de otro tipo de energías que no dañen más el planeta. También, se deben implementar agresivos programas de reforestación, cambiar los hábitos de consumo de la sociedad e implementar políticas públicas sostenibles.
No está fácil ni sencillo, y quizás ya no haya el tiempo de revertir lo que vive el planeta, pero con voluntad política, con decisión de los países del mundo y con una ferrea presión social para exigir que los líderes del mundo se preocupen, y se ocupen, para aplicar las acciones necesarias que posibiliten heredar a nuestras futuras generaciones un planeta más respetado y, como consecuencia, un planeta un poco más seguro, se podrá hacer algo.
PD. 1. Hablando de los Bomberos de Acuña, quienes se encuentran en Kerr, Texas, le recuerdo que México tiene una gran tradición de solidaridad con los países del mundo que enfrentan tragedias.
Tras los sismos de la Ciudad de México en 1985, se formó un grupo de rescatistas voluntarios conocidos como «Los Topos de Tlatelolco». Este grupo se dedica a la búsqueda y rescate de personas atrapadas en estructuras colapsadas, tanto a nivel nacional como internacional, y se caracterizan por su labor altruista y humanitaria, y destaca su especialización en desastres naturales. En febrero de 1986, la brigada se formalizó como una asociación civil sin fines de lucro y hoy siguen poniendo el nombre de México muy en alto.
Gracias por recibirnos. Sus comentarios son bien recibidos en nuestro correo electrónico hipodromo.politico@gmail.com. Y también estamos en Twitter @MXCarlosCortes.
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