- La mano del alcalde: El timón se endereza, pero el ancla sigue pesada
- Lujo y Lastre: Mientras el Alcalde Endereza el Timón, el Director de Ingresos Muestra su Riqueza y su tenebroso Historial
(21-Noviembre-2025).- La semana pasada, Matamoros presenció el temblor que siempre produce el conflicto entre la autoridad y el sector productivo: un polvorín de quejas por cobros excesivos que puso en jaque la certidumbre económica. Sin embargo, el encuentro que siguió entre el alcalde Alberto Granados y la plana mayor del comercio y la empresa local, demostró que la máxima autoridad municipal tiene el pulso firme y la voluntad de conciliar.
El foro empresarial no fue una simple reunión protocolaria, sino un necesario ejercicio de transparencia y compromiso. Ante los líderes de Canaco, Canacintra, CMIC, y hasta pequeños comerciantes con casos sonados (como los dueños de El Fortín y Pizzas Emiliano, quienes posaron al final de la jornada), el alcalde no solo condenó multas y recargos, sino que trazó una hoja de ruta clara: el exceso y la arbitrariedad en los cobros se acabaron.
La foto que vale oro y el costo de la inercia
La imagen de Granados junto a los empresarios, especialmente con aquellos que sufrieron las multas, es la prueba irrefutable de que se superó la crisis. Es un espaldarazo a la certeza. El mensaje es claro: la administración apuesta por el crecimiento y el diálogo, no por la asfixia fiscal.
El alcalde ha puesto el camino, ha alineado a Protección Civil, Desarrollo Urbano y la Secretaría Técnica, y ha facilitado mesas de atención para que los trámites (uso de suelo, licencias de funcionamiento) sean ágiles y accesibles. Con este movimiento, la primera autoridad deslinda su gestión del caos generado por la inercia y, seamos claros, por la mala praxis de funcionarios de segundo nivel.
El Espejo Opaco de Ingresos: Lujo, Demandas y Doble Moral
Es aquí donde el análisis debe ser implacable. La sombra de la ineficacia y la opacidad no la proyecta la cúpula, sino mandos medios que operan con un flagrante desprecio por el servicio público. La lupa se detiene, de manera particular, en la Dirección de Ingresos, encabezada por Alberto Izquierdo Maltos.
Si el alcalde Granados demuestra liderazgo, Izquierdo es el recordatorio tangible de que el esfuerzo puede ser dinamitado por el segundo nivel. Mientras la ciudadanía y los comerciantes se debaten en una economía herida, la trayectoria y el estilo de vida de este funcionario resultan, francamente, ofensivos.
Hablamos de un director con un sueldo catalogado como de segundo nivel —supuestamente austero— que, según las investigaciones, vive con lujos de príncipe. Este tren de vida, notoriamente desproporcionado a su salario, levanta serias y fundadas sospechas. Su constante aparición junto a la élite social y empresarial plantea una duda crucial: ¿Está enfocado en servir a la administración o en consolidar una red de influencias personales? El refrán es lapidario: «Dime con quién andas y te diré quién eres.»
Patrón de Conducta Bajo la Lupa Legal
El problema de Izquierdo no es solo de imagen, sino de legalidad y operación. La sombra de la corrupción y el abuso se cierne sobre su gestión con pruebas documentadas. Las tres demandas en curso que pesan sobre él no son un detalle menor; son la prueba legal y contundente de un patrón de conducta que, más que desviado, es francamente «izquierdo» en su ética y proceder.
La prepotencia sigue dictando las normas en un área crítica. Delegar en una «mano ejecutoria» para los negocios oscuros, así como la constante humillación y el maltrato al personal, solo evidencia que en Ingresos la recaudación no es limpia, sino turbia. La falta de transparencia y la soberbia de este personaje es lo que siembra la zozobra y la desconfianza que el alcalde busca borrar con sus encuentros.
De la promesa a la depuración
Matamoros necesita un sector empresarial fuerte y la economía está demasiado golpeada como para que unos cuantos funcionarios, que solo ven el puesto como un escalón para el beneficio personal, sigan sembrando la zozobra.
El buen paso dado por el alcalde Granados es solo el inicio. Ahora, la tarea más difícil pero ineludible es la depuración. Es imperativo que se revise y remueva a la lista, fuerte y grande, de personajes que no brillan –como Cultura bajo la acefalía de Sandra García– o que operan con miedo, negándose a dar la cara ante los medios.
Un gobierno transparente es un gobierno que confía en sus funcionarios y les permite hablar. El silencio solo genera incertidumbre. El alcalde ya demostró que está en sintonía con quienes generan riqueza y empleo. La pelota está ahora en su cancha para demostrar que también tiene la firmeza de limpiar la casa de aquellos que, a pesar de su esfuerzo, siguen obstaculizando el desarrollo de Matamoros.
Sugerencias y comentarios arabelagarcia01@hotmail.com
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