(21-Noviembre-2025)
Investigación Especial
Por Alberto González Káram
• Quinto Reporte de Bonos Soberanos detalla resultados e indicadores de 42 Gastos Elegibles Sostenibles financiados con un monto emitido de 7 mil millones de dólares
• Requieren para su cumplimiento movilizar 10.2 billones de pesos en el periodo 2025-2030, cantidad anual equivalente a 5.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB)
El Quinto Reporte de Asignación e Impacto de los Bonos Soberanos se encuentra vinculado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de México 2025-2030.
La publicación del reporte por parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), consolida el liderazgo de México en el ámbito del financiamiento sostenible y fomenta la confianza de los inversores en la gestión transparente de los recursos públicos.
Los proyectos se relacionan con energía limpia, gestión del agua, ciudades sostenibles, educación, igualdad de género e inclusión social.
El informe detalla los resultados e indicadores de 42 Gastos Elegibles Sostenibles financiados con un monto emitido de 7 mil millones de dólares.
En el análisis de la alineación de la Taxonomía Sostenible de México se vincula con los Gastos Elegibles frente a criterios técnicos.
La materialidad y credibilidad del reporte se fortalecen mediante la coordinación interministerial y la opinión no vinculante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El Gobierno de México reafirmó su compromiso con la movilización de financiamiento para la mitigación y adaptación al cambio climático y el bienestar social, impulsando la transformación del sistema financiero nacional hacia un mercado de deuda más sostenible e inclusivo.
Los Bonos Soberanos Vinculados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son instrumentos de deuda emitidos por un gobierno soberano cuyo uso de los fondos está formalmente ligado o etiquetado para financiar proyectos o gastos que contribuyan directamente al cumplimiento de los ODS de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
En el caso de México los recursos se destinan a una cartera de Gastos Elegibles Sostenibles que deben alinearse con metas sociales y ambientales específicas, como energía limpia, gestión del agua, ciudades sostenibles, educación, igualdad de género e inclusión social.
El principal objetivo consiste en permitir a los inversionistas participar en el financiamiento de una agenda de desarrollo integral, asegurar la transparencia y la rendición de cuentas sobre el impacto de los fondos en el desarrollo sostenible del país.
Los compromisos internacionales de cambio climático y desarrollo sostenible en México requieren para su cumplimiento movilizar 10.2 billones de pesos en el periodo 2025-2030, cantidad anual equivalente a 5.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
La Estrategia de Movilización de Financiamiento Sostenible (EMFS) proviene de fuentes públicas como privadas que tienen como objetivo facilitar la movilización y reorientación de capitales hacia proyectos y actividades con alto potencial transformador y generen beneficios sobre el medio ambiente y la sociedad.
Es importante destacar que la Taxonomía Sostenible de México (TSM) es una herramienta de clasificación diseñada para identificar y definir actividades, activos o proyectos de inversión con impactos medioambientales, rentabilidad económica y sociales positivos, incluyendo métricas y criterios basados en ciencia, mismos que deberán cumplir los proyectos o productos financieros clasificados como sostenibles.
En su primera fase, la Taxonomía Sostenible de México (TSM) desarrolla dos objetivos medioambientales: mitigación del cambio climático y adaptación al cambio climático, y el objetivo social de igualdad de género.
Los objetivos medioambientales de la taxonomía enlistan 124 actividades económicas distribuidas en los siguientes seis sectores clave de la economía: agropecuario y forestal, energía y agua, construcción, manufactura, transporte y manejo de residuos, siendo seleccionadas por su relevancia e incidencia para apoyar el cumplimiento de las Contribuciones Determinadas a nivel Nacional (NDC) y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), mediante el Índice de Igualdad de Género (IIG) posicionado a México como el primer país en el mundo en integrar objetivos sociales.
En México participan diez instituciones provenientes de la Banca Comercial, Banca de Desarrollo, Fondos de Pensiones, Aseguradoras, Fondos de Inversión y Emisoras que representan el 94 por ciento de los activos totales del sistema financiero.
Los resultados de 96 operaciones financieras sostenibles de la muestra un 67 por ciento se originaron al interior de las instituciones y 33 por ciento restante provino de terceros.
El cumplimiento de tres objetivos principales: mitigación, adaptación e igualdad de género, se concentró 67 por ciento de las operaciones enfocadas en la mitigación del cambio climático, 7 por ciento en la igualdad de género, 3 por ciento se enfocan en adaptación, resultando el 77 por ciento de las operaciones contemplan un único objetivo asociado a la Taxonomía Sostenible de México (TSM) y 23 por ciento restante de las operaciones combinan distintos objetivos.
Los sectores económicos de las operaciones resultaron en el siguiente orden de importancia: Energía y Agua 29 por ciento, Construcción 18 por ciento, Agropecuario 17 por ciento, Transporte 16 por ciento, Manufactura 10 por ciento, Manejo de Residuos 2 por ciento y Otros 8 por ciento.
La Taxonomía Sostenible de México (TSM) utiliza el Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte (SCIAN) para identificar las actividades dentro de cada sector económico resultando el 49 por ciento de las operaciones incluyó un Código SCIAN, y 51 por ciento restante no se asocian con un Código SCIAN debido a la falta de alineación o información insuficiente, y la actividad predominante fue la de generación de electricidad a partir de energía eólica.
Las operaciones en su mayoría carecen de la información necesaria para evaluar la actividad financiada y su contribución sustancial a alguno de los tres objetivos de la taxonomía resultando el 51 por ciento no cuenta con información para evaluar la contribución sustancial, 21 por ciento tiene información parcial y 28 por ciento asegura cumplir con la contribución sustancial sin evidencia suficiente.
Los resultados de la evaluación de No Daño Significativo (NDS) para asegurar que no generen impactos negativos en otros objetivos de la Taxonomía Sostenible de México (TSM): 87.5 por ciento no tiene información y 12.5 por ciento tiene información o cree cumplir sin evidencia determinante.
El No Daño Significativo (NDS) que se compone de una serie de criterios medioambientales que permiten asegurar las actividades económicas con su contribución sustancial, y no tenga efectos negativos en ninguno de los otros objetivos de la taxonomía, distintos al parámetro principal.
Las salvaguardas mínimas buscan cubrir temas relacionados con derechos humanos, así como buenas prácticas internacionales en materia laboral y gobernanza, resultado el 61.5 por ciento de las operaciones no proporciona información o conocimiento sobre el cumplimiento de las salvaguardas mínimas.
En las estrategias de sostenibilidad de las instituciones predomina la ausencia de enfoques para promover la igualdad de género, la insuficiente transversalidad de los temas de sostenibilidad en los gobiernos corporativos y carencia de Sistemas de Administración de Riesgos Ambientales y Sociales (SARAS), siendo requerido impulsar la descarbonización de sus carteras, dirigir capital hacia sectores económicos incluidos en la taxonomía y fomentar la igualdad de género.
La Igualdad de Género consiste en aquella situación en la cual mujeres y hombres acceden con las mismas posibilidades y oportunidades al uso, control y beneficio de bienes, servicios y recursos de la sociedad, así como a la toma de decisiones en todos los ámbitos de la vida social, económica, política, cultural y familiar.
El Índice de Igualdad de Género (IIG) mide el grado de contribución al objetivo de igualdad de género y refleja en una escala numérica los siguientes tres pilares: 1) Trabajo Digno, 2) Bienestar y 3) Inclusión Social.
Las recomendaciones consisten en alinear las estrategias de sostenibilidad con la Estrategia de Movilización de Financiamiento Sostenible y la Taxonomía Sostenible, estableciendo metas claras, promover iniciativas de igualdad de género, fortalecer el liderazgo en sostenibilidad, crear unidades especializadas en políticas sostenibles e implementar los Sistemas de Administración de Riesgos Ambientales y Sociales (SARAS), desarrollar marcos regulatorios graduales para promover la integración de criterios de sostenibilidad en las estrategias institucionales, criterios de igualdad de género en las estrategias de negocio, fortalecer el Gobierno Corporativo con mejores prácticas de gobernanza.
Es recomendable mejorar la calidad de la información sobre el uso de recursos y salvaguardas mínimas, considerando segundas opiniones internacionales, adoptar voluntariamente estándares de divulgación compatibles con las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) del Consejo de Normas Internacionales de Sostenibilidad (ISSB), regular la divulgación y homologación de la información financiera por emisoras, fondos de inversión e instituciones de crédito, asegurando que cumpla con las normas para que sea medible, comparable y verificable.
Las recomendaciones se orientan a fomentar el uso de normativa en las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES) mediante la creación de instrumentos financieros sostenibles que cumplan con las normas y emitir regulación para que instituciones financieras y emisoras divulguen criterios de sostenibilidad y garantizar la transparencia y periodos de transición, así como desarrollar guías y materiales de difusión sobre la normativa de sostenibilidad.
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