13 de agosto de 2025

DE PRIMERA…LA DAMA DE LA NOTICIA/ POR ARABELA GARCIA

  • «PAN Matamoros: reciclaje de figuras, ausencia de liderazgo»
  • «Olga, Adriana y la realidad: cuando aspirar no basta para mantenerse en el juego político»

(13-Agosto-2025).- La renovación del Comité Directivo Municipal del PAN en Matamoros parece más una simulación de vida partidista que un verdadero intento por reconstruir lo poco que queda de esa fuerza política en la región. Tres planillas compiten —Salas, Flores, Martínez— pero ninguna representa un cambio real. Solo vemos pugnas por parcelas de poder interno que ya no significan nada frente al vacío social que el panismo arrastra desde hace años.

Idalia Guzmán deja el cargo tras seis años de una gestión irrelevante, sin presencia territorial ni narrativa política. Su relevo, lejos de significar oxígeno, confirma el reciclaje de nombres, compadrazgos y acuerdos internos de café. A Roberto Salas lo respalda el viejo aparato empresarial; a Humberto Flores, operadores cuestionados por su cercanía con estructuras de Morena; y René Martínez López aparece como el “comodín”, el que no incomoda a nadie y por eso, quizá, tiene posibilidades.

¿Dónde está el proyecto de oposición? ¿Dónde la autocrítica? ¿Dónde el verdadero interés por representar a una sociedad harta del cinismo político? El PAN no se renueva, se administra en su decadencia.

En contraste, a nivel estatal sí hay panistas con peso propio. Cesar “Truco” Verástegui sigue siendo una figura sólida, con presencia en las bases y reconocimiento en las regiones rurales del estado. Su estructura no se ha diluido y su discurso conecta con sectores que aún creen en el panismo original, el que sí sabía dar pelea.

Y más arriba está el nombre que muchos no se atreven a ignorar: Francisco García Cabeza de Vaca. Hombre de carácter fuerte, frontal, que no se dobla ni se esconde. Aunque muchos lo quieren fuera del juego, su sola mención aún agita el tablero. Es el único con estatura política real que aún puede arrastrar al PAN hacia una narrativa de oposición con garras, no con disculpas.

Mientras tanto, Matamoros se entretiene con su renovación de utilería, sin fuerza, sin dirección, sin alma. Y figuras emergentes como Tania Contreras comienzan a escalar, desplazando tanto a panistas apagados como a morenistas sin consistencia.

El 31 de agosto no se juega el futuro del PAN, apenas su permanencia en la conversación. Porque sin liderazgo, sin calle y sin valentía, no hay partido que sobreviva.

Olga y Adriana: ¿aspirantes… o pasajeras que ya se bajaron del tren?

Alguna vez se habló de ellas como posibles cartas fuertes para la gubernatura. Incluso se les mencionó con respeto en las mesas de poder. Hoy, Olga Sosa y Adriana Lozano apenas figuran en el retrovisor del escenario político tamaulipeco. ¿Qué pasó? ¿Se bajaron del tren… o nunca lo abordaron realmente?

Olga Sosa, siempre hábil para colocarse en espacios clave, parecía tener línea directa con el centro. Fue diputada, vocera, rostro visible del obradorismo en el sur de Tamaulipas. ¿Está esperando que le hablen… o ya le dijeron que no? Porque en política, cuando se apagan los reflectores, no es por casualidad. Algo se negoció, algo se perdió o simplemente alguien más ocupó su lugar.

Adriana Lozano, por su parte, tenía el perfil técnico y el discurso del “orden fiscal”. Estuvo en puestos clave, pero nunca conectó con la calle. Su liderazgo era más de escritorio que de tribuna. ¿La vieron como opción? Sí. ¿La tomaron en serio? Solo un rato.

Mientras tanto, Tania Contreras —sin hacer tanto ruido— ya les comió el mandado. Y lo hizo con la bendición de los tiempos: discreta, disciplinada y con el respaldo que importa. El mensaje es claro: el poder no espera a quienes dudan, ni premia a quienes se acomodan.

Sugerencias y comentarios arabelagarcia01@hotmail.com