Han sido tantas las campanas negras que han tañido sobre la posibilidad de que México camine hacia una recesión que me metí con datos del INEGI a hacer mi propio análisis.
En primer lugar la tendencia del PIB durante el período que va del primer trimestre del 2012 al de 2025 el período actual no muestra una desaceleración como en efecto se ha mostrado en otros períodos del tramo analizado.
En el gráfico 1 encontramos con un simple examen visual 3 periodos de crecimiento que son de diferentes tendencias o inclinaciones: 2013 al 2017 fue de un crecimiento promedio de 3.6 por ciento anual. Posteriormente 2017-2019 un crecimiento promedio de 2 por ciento anual. Post covid recuperamos nuestra tendencia a partir del 2023, donde crecimos 2.3 por ciento del primer trimestre de ese año al primer trimestre del 2024, y declinamos levemente nuestro crecimiento de 2024 a 2025, donde crecimos al 2 por ciento. Yo no diría que una caída en la tendencia del .3 por ciento anunciaría una recesión en el 2025, tal com lo indica el FMI.
El componente de la demanda agregada que es responsable de esta caída de -.3 por ciento en el PIB es el consumo privado.. Pero esto no quiere decir que haya signos de recesión de carácter estructural, porque hubo otros rubros que crecieron como indicadores adelantados de mejor crecimiento, como son el gasto de inversión y el gasto gubernamental. Destaca en particular el rubro de inversión privada, como se puede observar en la gráfica 2, que pasó de 5 a 6 billones de pesos durante el período. El empleo estuvo acompañado de una pérdida neta de 88,000 empleos, pero la tasa de desocupación disminuyó durante el último período, con respecto al período anterior. Y estamos en pleno empleo, fenómeno que no acompaña a una recesión. Y por otro lado el índice de remuneraciones creció de 92 a 96, sugiriendo que a pesar de la pérdida en empleo, el ingreso global de los trabajadores creció. Por lo que mi conclusión es que el ingreso de los remunerados creció, y el consumo disminuyó, pero se incrementó el ahorro, por la incertidumbre de los efectos en México de las políticas generadas por Donald Trump, prefiriendo ahorrar que consumir.
Por lo anterior, es el ahorro el que ha crecido entre los mexicanos, lo cual se ha reflejado en un crecimiento sin precedentes en la inversión privada.
Sabemos que se forma capital para aumentar la producción, el empleo, y por ende el ingreso. Es por eso que se debe observar una relación positiva entre el PIB y la inversión, como puede visualizarse en la figura 3. El único año donde el crecimiento en la inversión se dispara por encima de crecimiento del PIB fue 2023 donde se intensificó la inversión en el Tren Maya. Por lo tanto, si el crecimiento en la inversión es un indicador adelantado del crecimiento económico, yo esperaría que el crecimiento en la inversión sin precedentes que hemos observado se traduzca en un mayor crecimiento económico.
Entonces, ¿cuál recesión?
https://www.milenio.com/opinion/patricia-armendariz/consciencia/cual-recesion
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