El PRI con los santos de cabeza
(27-Octubre-2025).- El PRI tamaulipeco anda de rodillas, con la veladora encendida y todos los santos de cabeza, esperando el milagro de que el PAN vuelva a voltear a verlo para una alianza. No es para menos, el tricolor sabe que, sin el blanquiazul, su destino político es la extinción.
Hoy, el partido que alguna vez gobernó Tamaulipas con puño de hierro, apenas sobrevive con respirador electoral, rogando porque Acción Nacional le dé otra oportunidad de subirse al barco. Porque si el PAN decide navegar con otros, como todo parece indicar, el PRI simplemente se hunde.
Bruno Díaz Lara, dirigente estatal del PRI, trata de vender el discurso de que el partido está “fortaleciéndose internamente”, pero detrás del discurso de unidad se esconde la desesperación. Y es que los priistas saben perfectamente que, si el PAN los desecha, será casi imposible que vuelvan a ganar una alcaldía o una diputación.
En la elección pasada, gracias a la alianza con el PAN, el PRI pudo presumir algunos triunfos, pero todos saben que fueron votos prestados, no ganados. Sin la mano del panismo, su presencia en el Congreso se vería reducida al mínimo, y su logo terminaría sirviendo solo para rellenar boletas.
El problema para el PRI es que, ahora, el PAN parece tener nuevos planes. Movimiento Ciudadano se volvió el partido de moda, y los blanquiazules ya analizan seriamente una alianza con los naranjas, conscientes de que el PRI ya no les aporta nada, ni votos, ni estructura, ni prestigio.
Así que mientras Bruno Díaz habla de equilibrios y análisis, en el fondo lo que hay es miedo. Miedo a quedarse solos, miedo a confirmar lo que muchos ya piensan, que el PRI dejó de ser un partido competitivo y se convirtió en un lastre electoral.
Y mientras tanto, los santos seguirán de cabeza y la veladora encendida… a ver si esta vez el milagro político llega desde el cielo azul del PAN, o si el tricolor tiene que aceptar, de una vez por todas, que su tiempo ya pasó.
CARMEN LILIA HECHA DE OTRO MOLDE
Mientras muchos políticos se vuelven invisibles una vez que llegan al poder, Carmen Lilia Canturosas Villarreal demuestra que no todos son del mismo molde. Y es que la alcaldesa de Nuevo Laredo, lejos de relajarse en la comodidad de su cargo, sigue recorriendo calles, saludando vecinos y haciendo política al viejo estilo, con polvo en los zapatos y cercanía con la gente.
Carmen Lilia bien podría estar tranquila, sentada en su oficina con aire acondicionado, firmando papeles y esperando el próximo evento oficial para tomarse la foto. Pero no. Ella eligió el camino de la calle, el del contacto directo, el del trabajo a ras de tierra, justo como nació el movimiento que hoy gobierna gran parte del país.
Y como muestra, su reciente participación en la conformación del Comité Seccional 872 de Morena, donde fue elegida presidenta. En una asamblea democrática, participativa y con un ambiente de auténtica militancia, Canturosas recibió el nombramiento con humildad, pero también con el liderazgo que la caracteriza.
“Agradezco el cariño, apoyo y confianza de mis vecinos al elegirme presidenta. Nuestros comités son la base de nuestro movimiento; sigamos fortaleciendo este proyecto que nació del pueblo”, expresó ante los asistentes.
Esta acción no es menor. Mientras algunos en otros partidos todavía se preguntan cómo recuperar la cercanía con el pueblo, Morena está fortaleciendo su estructura desde el territorio, y en Nuevo Laredo lo está haciendo con una de sus figuras más sólidas al frente.
Carmen Lilia no es de las que se esconden detrás del escritorio ni de las que bajan el perfil para “no incomodar” a los de arriba, como solían hacer los viejos alcaldes. Al contrario, se muestra firme, activa y con la clara intención de liderar desde donde se construyen los verdaderos movimientos, en las colonias, con la gente y en el corazón del pueblo.
Canturosas demuestra que el liderazgo se gana caminando, no posando. Morena en Nuevo Laredo tiene en ella una pieza clave, y la Cuarta Transformación, una operadora política que no se detiene ni se despeina en el terreno.
Porque, como dice un dicho que me acabo de inventar, “quien tiene el respaldo del pueblo, no necesita aire acondicionado para sentirse fresco”... ¿Qué, no?… NOS LEEMOS.
Comentarios pedropnatividad@gmail.com
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