11 de septiembre de 2025

Crisis en la FGR: caen delegados y agentes por red de corrupción en huachicol; Reynosa, foco rojo de impunidad

CDMX. (Septiembre 11, de 2025).- Un terremoto institucional sacude a la Fiscalía General de la República (FGR): la detención del delegado en Sonora y de cinco agentes del Ministerio Público Federal en Hermosillo destapó una red de corrupción que alcanza también a Reynosa, Tamaulipas, donde tras la muerte del delegado local se han revelado vínculos directos entre funcionarios federales, abogados particulares y el crimen organizado en el manejo doloso de investigaciones sobre huachicol y otros delitos de alto impacto.
La caída en Sonora: la punta del iceberg
La Fiscalía Especializada en Asuntos Internos (FEAI) ejecutó un operativo en sigilo absoluto para evitar filtraciones y capturó al delegado de la FGR en Sonora junto con cinco Ministerios Públicos. Se les acusa de haber manipulado más de 100 carpetas de investigación relacionadas con tráfico de hidrocarburos, integrándolas de forma indebida y decretando el no ejercicio de la acción penal en favor de las redes criminales.
Este golpe interno dejó al descubierto la magnitud del problema: la corrupción está enquistada en las delegaciones estatales de la FGR, operando como brazos de impunidad para los cárteles dedicados al robo de combustibles.
Reynosa, Tamaulipas: el epicentro de la podredumbre
El caso Sonora no es aislado. En Reynosa, Tamaulipas, la situación es aún más grave. Tras la muerte del delegado local, se realizaron cambios de emergencia en las sedes de Reynosa, Matamoros y Nuevo Laredo. Sin embargo, las indagatorias revelan que:
•El delegado interino en Reynosa también enfrenta órdenes de aprehensión abiertas, lo que demuestra la profundidad de la corrupción dentro de la institución.
•Agentes del Ministerio Público Federal en Tamaulipas aparecen directamente vinculados a maniobras de encubrimiento en expedientes de huachicol, narcotráfico y crimen organizado.
•Una red de abogados particulares actuaba como gestores y beneficiarios de la impunidad, garantizando resoluciones favorables mediante sobornos y pactos con funcionarios corruptos.
La situación en Reynosa se perfila como el nudo crítico de la crisis: ahí se concentraron durante años investigaciones clave sobre contrabando, huachicol y operaciones de alto valor para el crimen organizado. El hecho de que incluso los delegados interinos estén bajo la sombra de órdenes judiciales confirma que la estructura completa está contaminada.
Golpe a la credibilidad de la FGR
El escándalo no solo exhibe la traición de funcionarios que, en lugar de perseguir al crimen, trabajaban para garantizar su protección; también golpea el pilar central de la justicia en México.
Que agentes del Ministerio Público Federal, delegados estatales y abogados particulares formen parte de una red de impunidad institucionalizada significa que la FGR está peleando no solo contra los criminales, sino contra su propia corrupción interna.
Lo que viene
Las capturas en Sonora y los movimientos en Tamaulipas son apenas el inicio. Todo indica que la FEAI y otras instancias internas procederán a:
•Revisar las carpetas cerradas dolosamente en Sonora, Reynosa, Matamoros y Nuevo Laredo.
•Ampliar órdenes de aprehensión contra funcionarios aún en activo, incluidos delegados interinos.
•Exponer a los abogados y particulares que se beneficiaron de la red de encubrimiento.
La pregunta de fondo es si la FGR tiene la capacidad real de limpiarse a sí misma, o si esta crisis confirmará lo que muchos sospechan: que en lugares como Reynosa, la institución quedó capturada por completo por el crimen organizado.