Ciudad de México (18-Junio-2025).- Este Lunes, productores agrícolas de 11 estados se manifestaron en la Secretaría de Gobernación en la Ciudad de México. Su principal reclamo es el Acuerdo Nacional Maíz-Tortilla, firmado por la presidenta Claudia Sheinbaum, que busca reducir un 5% el precio de la tortilla. Sin embargo, los agricultores señalan que este pacto solo baja el costo del maíz, sin afectar el precio de la harina de maíz, materia prima para hacer tortillas.
Eraclio Rodríguez Gómez, líder del Frente Nacional para el Rescate del Campo Mexicano, denunció que el acuerdo beneficia a grandes empresas como Minsa, Maseca y Cargill, mientras perjudica a pequeños productores y tortilleros.
Los productores están en desacuerdo
Los agricultores argumentan que:
El gobierno reduce el precio pagado al productor, pero las industrias no bajan el costo de la harina ni de la tortilla.
Empresas como Minsa han aumentado más del 100% el precio de la harina en tres años, pero no aceptan reducir sus ganancias.
Los industriales compran maíz más barato, pero el ahorro no se refleja en el precio final al consumidor.
Los tortilleros y agricultores ya no pueden ajustarse más el cinturón, mientras las grandes corporaciones siguen ganando.
Declaró Yako Rodríguez, representante del sector.
Las consecuencias de este acuerdo
De acuerdo con El Sol de México, desde 2024, cuando se planteó un plan similar, el precio del maíz cayó un 20% en Sinaloa, uno de los principales estados productores. A pesar de esto, el costo de la tortilla no bajó ni un centavo.
Los agricultores señalan que:
No tienen opción de vender a otros compradores, pues las grandes empresas dominan el mercado.
El gobierno no impulsa alternativas, como molinos comunitarios, para que los productores elaboren su propia harina.
Las políticas actuales favorecen a corporativos, no a los campesinos.
¿Qué piden los agricultores al gobierno?
Este lunes, productores de Tamaulipas, Sinaloa, Sonora, Zacatecas, Jalisco, Baja California, Guanajuato, Veracruz, Chiapas, Oaxaca y Chihuahua exigieron reuniones con:
Sader (Agricultura)
Conagua (Agua)
CFE (Energía)
Gobernación
Secretaría de Economía
Sus demandas principales son:
Revisar el acuerdo para que no solo afecte a los productores.
Regular el precio de la harina, evitando abusos de las grandes empresas.
Apoyar alternativas para que los campesinos puedan procesar su maíz.
El gobierno debe dejar de proteger a los industriales y empezar a escuchar a quienes sí producen el alimento.
Concluyó Rodríguez Gómez.
¿Qué sigue en esta controversia?
Mientras el gobierno insiste en que el acuerdo busca ayudar a los consumidores, los agricultores aseguran que solo beneficia a unos cuantos. La tensión sigue creciendo, y de no haber cambios, podrían intensificarse las protestas.
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