Lo vivido ayer en Ecuador no tiene precedentes en las relaciones diplomáticas de nuestro país, y hay que decirlo, en la historia del mundo.
Es una violación a Tratados Internacionales y estrictamente la Convención de Viena, la más importante en las relaciones internacionales. Es un atropello al derecho convencional.
Así sin más.
Que la policía de este país sudamericano ingresara a la Embajada de México en Quito, es en términos prácticos, una invasión ilegal a nuestro territorio.
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