5 de diciembre de 2024

La Comuna/ Por José Ángel Solorio Martínez

Los nerviosismos de Armando

El alcalde lopezobradorista de Altamira, Tamaulipas, Armando Martínez Manríquez, se vio obsequioso y solicito con el gobernador del estado, Francisco García Cabeza de Vaca, en su más reciente gira por la tierra de Cuco Sánchez. Una cosa es la institucionalidad y otra es la genuflexia. El jefe edilicio, se vio más bien con esta última conducta que con la primera. Con aquella, le hubiera ido mejor: habría sido ubicado como uno de los alcaldes con mayor cortesía política de la comarca.

Martínez Manríquez, desde hace meses, no se le notaban con tanta nitidez su alegría y su satisfacción.

Otros acaldes como el de Matamoros, Mario López y el de Madero, Adrián Oseguera han dado muestras de civilidad y de respeto ante el gobernador. A pesar, incluso, ante algunos desaires que han salpicado sus respectivas relaciones con el reynosense.

El altamirense, parece que esperaba con ansia y anhelo la foto con García Cabeza de Vaca.

¿Qué hay detrás de ese almibarado encuentro entre el alcalde guindo y el gobernador azul?

No es por intrigar -más bien, es para explicar-:

1.- Armando Martínez, muestra que los recientes guiños para el hombre fuerte de Altamira -el cacique panista, Juvenal Hernández el segundo hombre en importancia en el municipio- lo acercaron al gobernador. Por órdenes del alcalde, fue ubicado hace unas semanas en la secretaría de Bienestar del Ayuntamiento a uno de los representantes más cercanos a su aliado azul; al mismo tiempo, buena parte de la obra pública de Presidencia, ha sido puesta en manos de constructores amigos del esposo de la ex alcaldesa -también panista- Laura Amparán.

2.- Juvenal Hernández, es el operador más potente del precandidato a la gubernatura de la coalición PAN-PRI-PRD, Truco Verástegui, en el sur del estado. Tan bien se mueve en el abigarrado mundillo político altamirense, que en la elección el municipio, jugó contra el candidato del PAN, Ciro Hernández, y apoyó al aspirante de MORENA, Martínez Manríquez.

Los acuerdos en Altamira, entre Armando y Juvenal aún no se saldan.

El compromiso, sigue vigente.

A ello, se debe añadir, otra deuda política y pecuniaria no pagada del presidente municipal: la gruesa cantidad de billetes que llegaron a su comité de financiamiento de los maletines que enviaron desde Monterrey, Nuevo León, los hoy famosos Hermanos Carmona.

3.- Si se suman las estructuras sociales que controla Juvenal, -la suya, que viene alimentando desde hace casi de dos décadas- con las que le cedió Armando -la Secretaría de Bienestar- estamos hablando de cifras preocupantes en tierra para el precandidato de MORENA, Américo Villarreal Anaya.

4.- Hasta hoy, no se ha visto la adhesión -en la práctica, en concreto- de Martínez Manríquez con el aspirante morenista, Villarreal Anaya.

¿Todo eso, le sacó la monumental sonrisa a Armando, cuando estuvo hombro con hombro con el gobernador?

O simplemente: ¿era una risita de nerviosismos y de miedos?