10 de octubre de 2024

La Comuna/ Por José Ángel Solorio Martínez

El ecocidio más vergonzoso de Latinoamérica

No es cualquier cosa, el sueño húmedo del gobernador regio, Samuel García Sepúlveda. Trazar el acueducto Pánuco Monterrey, representa construir esa obra sobre 400 kilómetros sobre tierras de Tamaulipas y Nuevo León.

Sólo pide 5 metros cúbicos por segundo.

Nomás 300 metros cúbicos por minuto.

Lo que representa cada hora: 18 mil metros cúbicos,

Por día, nada más y nada menos: 42 mil metros cúbicos.

Al hacer cálculos por mes: 12 millones 964 mil metros cúbicos.

Al multiplicar por doce meses, que serían un año: 155 millones de metros cúbicos.

Para ponderar esa cantidad del vital líquido, se debe informar que la magnífica presa Marte R. Gómez, se llena con aproximadamente 850 millones de metros cúbicos.

Con una salvedad: tarda meses y algunas veces años, para llenarse.

(Circunstancia que se pone crítica, si se precisa que sufre de altibajos en sus niveles toda vez que depende de trasvases de la presa nuevoleonesa, El Cuchillo).

Como se ve, lo vecinos, no quieren ahogarse en un vaso de agua.

No señor: desean, toda una presa.

Para no hablar de pesos y centavos -según, el gobernador Samuel, costaría más o menos 47 mil millones de pesos-:

¿Qué efectos tendría en uno de los ecosistemas más diversos y ricos del Noreste mexicano, como el que ha generado por centurias el Río Pánuco, en Tamaulipas y Veracruz, el multicitado acueducto?

Dice el doctor en Biología e investigador de clase mundial, Felipe San Martín:

“El primer efecto para la región, sería poner en riesgo el sistema lagunario tamaulipeco y veracruzano. Las lagunas de Tamiahua, de Veracruz, las de Altamira, Tampico y Madero, dejarían de recibir flujos que hoy vienen fundamentalmente del río Pánuco y se generaría una catástrofe ecológica: muchas especies se desarrollan en esas aguas hasta su estado larvario para luego emigrar a las aguas del Golfo; a la vez, miles de aves descansan en esos lugares a su paso hacia el sur del país”.

De igual forma, afectaría grandemente al Río Tamesí que se funde con el Pánuco en Tampico; este afluente y sus micro sistemas se van desplegando desde su nacimiento en Palmillas, pasando por González hasta llegar al puerto jaibo.

Toda ecología que se respete como Ciencia, debe poner en el centro de su interés el hombre -sin desdeñar todo ser vivo, con los cuales convive en cada ecosistema-.

¿Cómo afectaría ese monumental popote, al hombre del Pánuco y sus riveras?

Achicaría sus fuentes hídricas tanto para consumo humano, como para consumo industrial; desquiciaría la actividad productiva a miles de pescadores que obtienen su sustento en lagunas y en el Golfo de México; pondría en crisis la actividad turística ante la baja de los niveles de agua en los vasos lacustres del más espectacular ecosistema norestense.

¿Y los ecologistas tamaulipecos?

¿Y los diputados?

¿Y los senadores?

¿Y los gobernantes?

¿Y los partidos políticos?

Ya nos acuchillaron con El Cuchillo.

Dios nos agarre confesados, si el acueducto Pánuco-MTY se concreta…

…sería, sin duda, uno de los ecocidios más dolorosos y vergonzosos de Latinoamérica.